Es difícil seguir la huella de DIXI (He dicho), que siempre ha sido una publicación gratuita agotada casi en el mismo momento de su impresión. La consecuencia más o menos constante es una colección diezmada, con agujeros y vacíos, con números arrebatados de las manos acaso por instantes. Son los gajes de la gratuidad: primero en el tiempo, primero en el derecho -en este caso, de propiedad-.
Pero esa nostalgia de lo que no pudo ser y finalmente fue (en blanco y negro) anima esta "muestra" digital del arte de tapa de DIXI (He dicho). La exposición -una iniciativa de LÉXICO- comprende 26 números editados entre marzo de 2002 y agosto de 2007. Para evitar la fatiga, hemos agrupado el material en series de afinidad, con comentarios informativos al margen. La retrospectiva, al fin, puede ser considerada una síntesis gráfica de la historia de DIXI (He dicho).
La primera DIXI (He dicho), de marzo de 2002, fue un homenaje a la palabra. En realidad, al juego de las palabras, a las palabras cruzadas, a los crucigramas. Las diseñadoras gráficas tucumanas Natalia Albornoz y Marcela De Lisi elaboraron este número y los ocho siguientes. A partir de la tercera edición, la tapa deja de ser conceptual para reflejar el tema central de la publicación.
Aunque con una calidad de impresión desafortunada (rara vez ha sido pacífica la relación con las imprentas), el número IX tiene el mérito de cerrar la primera etapa de DIXI (He dicho). A partir de ese momento, la dupla María Espejo y Alejandra Caram toma la posta estética. Aunque estas imágenes no lo reflejen, la revista aumenta de tamaño e incorpora el doble de páginas (¡40!).
El segundo ciclo concluye con el número XIII. A partir de ahí, el licenciado en Arte tucumano Bruno Juliano -entonces era sólo un estudiante de 21 años- asume la responsabilidad de diseñar DIXI (He dicho). La transformación impacta con nitidez en el siguiente número, que por algo tiene como leitmotiv el latinajo non nova, sed nove: "no cosas nuevas, sino de una manera nueva".
Los siguientes cuatro números consolidan la última impronta estética. En ese período (abarca desde la edición XVI hasta la XIX), la revista recibe un impulso financiero que le permite crecer en cantidad de páginas, tirada y contenido.
Esta serie comienza con el número XX. DIXI (He dicho) lo celebra con una tapa desplegable -que lamentablemente no puede contemplarse en esta exposición-. Las tres ediciones siguientes acreditan cierto estado de madurez gráfico. La continuidad del diseño comienza a rendir frutos.
Este conjunto tiene trampa: no son cuatro sino tres revistas y un dossier sobre "Tucumanos imprescindibles" incluido en la edición XXV, denominada lúdicamente "granDIXIma". El número XXVI, publicado en agosto de 2007, cierra el tercer período estético. La revista entra en un intervalo de dos años y medio. El cuarto ciclo promete más tapas. LÉXICO al menos garantiza que le va la vida en ello.